Hace un tiempo nos llegó una chica muy risueña y nerviosa a preguntar por nuestras actividades… vamos a llamarla Marta.
Marta no sabía muy bien qué esperar. Había reservado una actividad de barranquismo con nosotros después de ver unas fotos increíbles en redes, pero era su primera vez haciendo algo así. Un poco de nervios, mucha curiosidad… y muchas ganas de salir de la rutina.
La mañana comenzó pronto. Llegó al punto de encuentro con algo de margen, como le habíamos recomendado, y allí se encontró con un grupo de gente con la misma cara de ilusión (y un poquito de incertidumbre). Allí estaba mi compi, sonriente y cercano, dándoles la bienvenida, y enseguida rompió el hielo con unas bromas que hicieron que todos se relajaran.
Después de una pequeña charla técnica, empezamos la aproximación al barranco. Marta ya notaba que algo diferente se cocinaba: risas, paisaje, aire puro y un cosquilleo nervioso en el estómago… y todavía no había empezado la parte emocionante.
Cuando llegó el primer rápel, Marta dudó. Nunca había hecho nada parecido. Pero la acompañamos paso a paso, con calma y confianza. Cuando por fin tocó el suelo, miró hacia arriba y no se lo podía creer: ¡lo había hecho! Y no solo eso, sino que quería más.
A lo largo del recorrido, Marta se dejó llevar. El grupo ya parecía una pequeña familia, y cada reto superado era motivo de celebración. Hubo saltos, tramos con agua, charlas divertidas y momentos de silencio disfrutando del entorno. Terminó el día cansada, claro, pero feliz como hacía tiempo que no se sentía.
Después de la actividad, algunos se quedaron a comer juntos en un restaurante de la zona. Marta volvió a casa con un montón de fotos, un par de números nuevos en el móvil y una sensación que no se quita fácil: la de haber hecho algo por y para ella.
Desde entonces, ya ha hecho dos actividades más. Y siempre recomienda lo mismo:
“Hazlo, aunque no tengas experiencia. Solo necesitas ganas y dejarte llevar. Lo demás lo pone el equipo de Squeeze It.”
Desde Squeeze Your Travel os animamos a ser como Marta.